POR EL AMOR DE UNA MUJER

miércoles, 29 de diciembre de 2010

SI USTED QUIERE SER PERIODISTA…EL OFICIO MAS LINDO DEL MUNDO..





El viejo periodista farandulero, que aprendió el oficio más lindo del planeta entre teletipos, grabadoras de alambre y micrófonos macizos, que deben haber pesado un kilo por lo menos, volvió a casa, cuando las piernas le pesaban, las ojeras eran bolsas, y ya no podía fumar por indicación del médico.
En la pared de su casa no colgaban diplomas ¿cómo iba a ser eso, si era autodidacta?...¡naranjas!, sin embargo era, y es, le hago un tributo, más periodista que todos los que profesan la profesión egresados de Escuelas de la Comunicación, Institutos de la Palabra, Facultades de Periodismo, Magisters y Diplomados, pues éstos viven más pendientes de hacerse con un título y de ser informados más que de informar, y cuando los instrumentos modernos del Armagedón, les hacen la pega…pero dejémonos de sermones rancios como escribía Antonio Casero, a quien conoció en persona el bajito, enjuto,que ahora nos acompaña, sin darse cuenta, y que hizo las noches días, y de los días un permanente cortejo a las bataclanas (perdonéseme el término, pues he notado que a nadie le gusta, y no puede venir más al caso), cantantes de vaudeville, artistas de radioteatros, radios de shows en vivo, recitadores de cante jondo, bailarinas de tap, pioneros del rock and roll y toda esa fauna, que vivía del aplauso, no tenían vida privada, y que importa, vivían en conventillos a veces, y tipín siete de la tarde nacían al mundo, con el pelo engominado los hombres, y las mujeres con polvera en ristre, y con olores a lavanda, tras las orejas, que inundaban la calle de sus barrios periféricos, al salir a tomar la micro, que los dejaba a una cuadra del teatro Bim Bam Bum, o de la boite Tap Room, o el Mon Bijou.
Ése, el que describía en el primer párrafo entonces, y para la revista Ecran, entrevistaba, cuando la entrevista era un arte, y él que se lucía era el entrevistado y no el periodista, y le sacaba a la estrella la primicia, y no el cahuín, les sacaba fotos, no les grababa para callado, ni les hacía zancadillas, y sin embargo vendía como nadie, y las imprentas no daban abasto para los tirajes, y la gente era feliz, mirando a sus ídolos, que si lo eran, de los cuales quedan algunos sobrevivientes vagando con sus diabetes y dedos amputados, su escasa dopamina, y con un tubo de somníferos, pues los viejos, ya lo saben ustedes, no duermen, vigilan, pero de vigilia…
Bueno, ese periodista, el mismito, me ha dicho cuando volvía a casa, como les contaba, una frase que casi se cae al suelo, si no la recojo, si no presto atención a su caminar cansino, a su perfil de Truman Capote, y cuando este año agoniza : “”el periodismo se aprende haciéndolo””….¡Hasta la vista viejo amigo, ah y feliz año 2011!

Publicado por Eduardo Osorio.