POR EL AMOR DE UNA MUJER

martes, 9 de junio de 2009

LA HABANA VIEJA..EN LA VISION DE RAFAEL LUTTGES...


Rafael fue a la Habana, vio, miró (que no es lo mismo ¿cierto?), farreó, comió, se empapó, lo que otros no hacen, fue a la Bodeguita del Medio, se sentó en el mismo taburete en que lo hizo Hemingway, bebió Mojitos al por mayor, se subió a los viejos Chevrolet del 51, que todavía ruedan, comió yuca y arroz con frijoles negros, se zambulló en las aguas donde mismo navegó "El Viejo y el Mar", en fin, y todo lo tradujo en Instantáneas y Sonetillos, que a continuación leerán, en un trabajo especial para La Pluma Valiente.....

EN LA HABANA VIEJA


El Viejo Trovador.


Segundo piso cubano
de cuatro metros de altura,
paredes con escrituras
y varios fumando habano.

Fotos, cuadros y diplomas
rayados de compatriotas,
unas cuantas sillas rotas
y diferentes aromas.

Mojitos, piña colada
daikirí o ron con hielo,
un balcón con balaustrada

que parece emprender vuelo,
dó el tiempo lento, anonada
mientras se oscurece el cielo.


Hay treinta y tres a la sombra
y el calor pesa en la espalda,
una dama, corta falda
y una blusa que me asombra.

Dibuja el cuerpo su ropa
resaltando sus perfiles,
ya se encienden los candiles
y aún hay licor en mi copa.

Una guitarra, un cantor
va rompiendo mi silencio,
pues el bolero es de amor

y así mi pena sentencio,
porque hoy extraño el dolor
y al recuerdo reverencio.


Callejuelas empedradas
vendedores y bodegas,
en mis t ardes andariegas
van marcando mis pisadas.

Hoy la luna está en menguante
bajo un cielo encapotado,
yo en la taberna sentado
casi en pinta de atorrante.
Vine a hervirme la garganta
porque la pena me afana,
la lluvia mi mal espanta

mientras suena la campana,
y la noche se agiganta
enmudeciendo a La Habana.


La brisa me quema el rostro
y el licor quema mis venas,
más la tarde viaja amena
porque ya acaricia el ostro.

Atardece, muere el día
los candiles se iluminan,
gentes alegres caminan
pariendo la algarabía.

Sexo, licor y tabaco
mujeres tez aceituna,
entre abrazos y arrumacos

son bañadas por la luna,
mientras un viejo ya flaco
hace una semana ayuna.