POR EL AMOR DE UNA MUJER

lunes, 1 de febrero de 2010

SIEMPRE HAY ALGO QUE ESCRIBIR...




Reiniciarán sus días, persignándose; los otros, los agnósticos, sacando la hoja de calendarios apócrifos, de fe y esperanza abolidos, sin más norte que el magnético.
Sacarán sus cuentas y cancelarán compromisos, mirando por el rabillo del ojo a las ovejas que salidas del rebaño, tienden a las quebradas y al libre albedrío, anarquizándoles el promedio global.
Pronunciarán sus apellidos vinosos, para que se oigan fuerte sus vocales llenas, erres y zetas, chilenizados en capillas de fundos y ritos herméticos, sellados con lazos de sangre, que ni los divorcios logran disolver…
Montarán en monturas de cueros legítimos extirpados de bestias de los mismos campos, curtidas por lacayos, que luego enviarán al extranjero en naves apátridas, depredadoras de la fauna del planeta.
Sintonizarán luego sus radios en estaciones de música, discriminada por selectos intelectuales, ubicados a la sombra de sus favores, seducidos por relojes paraguayos sucedáneos de suizos, initaciones de perfumes de duty free, símiles de centollas y Coca colas, contentándose con viajes Express a Buenos Aires, ya que para cruzar el Atlántico, operan otras bondades, a no ser brillantes, como los vidrios de baratijas o de sus perlas para los chanchos…
Bajarán a la plebe, en envases políticos, con frases populacheras, y libros en dosis, expendidos en kioscos y regalados al comprar revistas y diarios que ya nadie lee por lo nepóticos de sus columnistas, que agotaron la dopamina de la imaginación al redactar serviles proclamas, y que solo googlean sus argumentos, no quedándoles nada por descubrir…
Y sí que lo queda, mientras haya celulosa en los bosques, plumas, tintas, bolígrafos verdes, azules, negros o rojos, memorias e impresoras dispuestas e historias que escuchar…
No, no se ha agotado la historia, ni que discurrir magníficas hazañas, portentosas conquistas, y caminos que se hacen al andar, para el escritor irreverente, anárquico, y hasta violento…
La vertiente creadora no para porque se acabe el verano, huestes de la fe literaria.
Nos vemos en marzo.

LA PLUMA VALIENTE

Publicado por Eduardo Osorio.