POR EL AMOR DE UNA MUJER

sábado, 11 de julio de 2009

MARIA EUGENIA BERRIOS...Y "SU HIJO"....


Este "arranque" poético de María Eugenia Berrios, nos alienta este sábado de vuelta a la red....


Yo fuí tu nido hijo, la levedad de mi talle,

se ensanchó para ti.

Sobre el vientre grávido

yo posaba mis manos,

sintiendo tus latidos.

Y las lunas pasaban...

de pronto, cual vertiente presurosa

apurando distancias, tu llegada.

Extendí mis brazos.

Y...te envolvió mi amor

hijo mío.


M. Eugenia Berrios Carrasola.

CONTINUA NUESTRO BLOG DESPUES DE UN BREVE PARENTESIS..VAMOS CON TODO...AHORA VA ESTE APORTE PARA LA HISTORIA DEL CAPITAN KONIG DE NANCY OLIVARES...




....."Un pensamiento recurrente le hizo temblar la espesa barba, se la acaricio con su mano y las imágenes se le agolparon como siempre en el cerebro.

Habían pasado tantos años.

 ¿Que será de la Negra, donde estará?

Cuando la vio por primera vez, aún era un joven lleno de energía, su cuerpo vital pedía a gritos una mujer, la suave piel de una fémina que le calmara esa ansiedad acumulada de los meses en alta mar.

Valparaíso puerto de grandes amores, le amarró con un nudo que no conocía.

Los ojos negros y brillantes de la Negra, le salieron al encuentro. Sus pechos voluptuosos amenazaban escaparse por el escote de la roja blusa de percal.

 ¿Mijito Ud. es nuevo aquí? /le preguntó con su voz cantarina.

Ahí quedó el gringo. Anclado a las caderas de la Negra, cual viejo galeón en la calma de una bahía de acariciadoras aguas.

Cada vez que atracaba su embarcación al mágico Valparaíso, el se apresuraba en dejar todo en orden y perderse en los brazos de la Negra.

Con grandes zancadas llegaba a la casa de calle Aldunate, aquella que quedaba en los altos de la vieja aduana. Tocaba la mampara de vidrio y subía la larga escalera, en cuyo recodo lo vigilaba el ovalo de un espejo.

El amplio salón con sillones de terciopelo rojo y cortinas de satén del mismo color, brillaba lágrimas de risa bajo la enorme lámpara de cristal.

 ¡Llegó mi Konic, mi gringo lindo! /Gritaba la Negra colgándosele del cuello.

 Usted me dejo un regalo la última vez que vino, /le dijo una vez tocándose el bajo vientre.  E’ de suyo, toi segura, eje quearmelo. / Le suplico la Negra.

Su negativa fue total. ¿Un hijo con una prostituta? ¡Jamás!

 No ve que la niña lo quiere… Ud. es el único que la hace gemir, llorar y reír, sin Ud. la niña vive como muerta… eje que lo tenga, / trató de convencerlo la vieja comadrona… (Continuará...y agréguense a nuestro facebook La Pluma Valiente, que estamos en todas........)