POR EL AMOR DE UNA MUJER

miércoles, 5 de agosto de 2009

Arreciaba la lluvia este martes....



Arreciaba la lluvia afuera, y al interior de Palacio, la antipoesía, y el antiorden, por eso esta anarquía al resumen.
Pato se las mandó con unos “calzones rotos” que corretearon a la cándida y mistraliana María Eugenia, aunque no, quedándose para el final.
La noche estaba para misterios…
De repente un rayo quebró la monotonía, más aún, la sacudió…Marcos Concha, el Presi, daba a conocer el lanzamiento de su libro, a través de la Editorial Planeta de Papel, ¿ el nombre?, ya lo sabrán, pero de venir, viene, y romperá la cátedra.
Como un alcance se le recordó, que las tres grandes aspiraciones del hombre, de tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro, acá implicaban una variación : aquella del nieto, del cual acaba ser abuelo el chocho Marcos, quien se proyectó hasta Bahía Blanca, Argentina, para conocerlo, y del cual lleva la cuenta de los días transcurridos desde su nacimiento, en la punta de los dedos.
Las eruditas apreciaciones acerca de la Mistral por parte de AMALIA CHOLITA, que no es otra que Amalia Andaur, nos volvieron a acercar a Elqui, Vicuña, Monte Patria, y por donde hubo pisado la tierra, el estiércol, la paja y el desierto doña Lucila.
Volvemos a autoanalizarnos, y esto de la sede, y de tener un lugar donde echar nuestros huesos literarios, no es tan simple.
Hay que corporativizar también, o sea dejar la huella de nuestro Círculo, la marca indeleble de que existimos, y ojalá nuestro lugar de encuentro implique una individualidad, un sello, y un lustre ad-hoc.
Un Concurso que lleve el nombre María Luisa Bombal, es una próxima meta e internacional para todos los efectos, lo que nos pondrá en órbita.
Ya una página web, un blog, una revista anual, y pronto una interna, y de tiraje reducido, hablan muy bien de que se hacen cosas, y que el Círculo de Escritores de la Quinta Región o Ex Quinta, se viene…
Por fuera de la palaciega construcción había amainado la lluvia a esa hora, y parece que el tiempo no había corrido ni volado, sino que había sido una brizna traducible a imágenes sucesivas, literarias todas, et urbi et orbi.
Al final una reflexión.
No es a la luz del día que tienen lugar nuestras cofrádicas citas, sino que a la luz de la luna cual licantrópicas costumbres, lo que nos hace especiales más que un hot dog, y no hay una coagulación de ideas, al contrario.
Empezamos con antipoesía y terminamos con anti prosa, si así podemos llamar a este epílogo.
Los soliloquios tuvieron de nuevo lugar, las disgresiones también y los socios hermafroditas en cuanto a sus gustos poéticos y de prosa, se dieron luego el ancho por la puerta lateral.
Hasta el otro martículo de esta teleseriasis.
E.o.a.