POR EL AMOR DE UNA MUJER

domingo, 15 de noviembre de 2009

PROPAGANDA ELECTORAL por Alvaro Medina.



Ha aparecido como maleza pero con propiedades superiores a la mala hierba. Crece en los postes de alumbrado, aceras, techos, etc. y extiende sus guías en la altura sobre todo tipo de cables, invadiendo los espacios públicos. Por fortuna se trata de una plaga pasajera, con fecha de término, aunque siempre algunos restos logran sortear con éxito los discretos esfuerzos municipales para retirarla y permanecen por años, como un desagradable recuerdo de promesas incumplidas.

Imposible no verla. Estamos rodeados de rostros sonrientes que nos miran, llenos de buenos deseos, acompañados de frases para el bronce. Cómo no creerles, cómo dudar de sus buenos propósitos. Todas esas caras bonachonas expresan la clara intención de preocuparse por nosotros y hacernos la vida más fácil.

Por eso, la culpa en este caso la tiene el chancho y no el afrecho. Estos animales se acostumbraron a este alimento multicolor y no sólo les gusta sino que creen en sus milagrosas propiedades. No necesitan fijarse en lo que ofrecen. Sencillamente creen. Es un milagro moderno. ¡Qué le han dicho a los fabricantes! ¡Atosiguémoslos entonces! ¡Démosles afrecho electoral, de todos los tamaños y formas! No importa el costo de producción. De algún lado saldrá la plata para financiarla. Lo importante es que los chanchos se la comen, llenos de fe. Parece increíble pero es así. Este afrecho produce resultados. Mientras más excesivo, mejor. Los chanchos, satisfechos, irán a votar llenos de ilusiones. Pareciera que necesitan comer esa basura para pensar con claridad. Tal vez contiene un ingrediente mágico que les despeja las mentes y los hace creer en cualquier cosa.

Tiene razón Gabriel Gálvez al decirnos que Chile es el país de los… marranos. Aún así a ratos pienso que debería probar esta comida. ¿Quién sabe si logra al menos otorgarme unos pocos días de ilusión?

UN COMENTARIO A LA OBRA DE GABRIEL GALVEZ....Por Maritza Barreto.




Me referiré a “trabajos”, y no a “la obra”, porque ésta se extiende mucho más allá de sus dos primeros libros, ya que su autor es también pintor y guitarrista, además de constructor civil de profesión.

-Y tendrá otras gracias disimuladas, porque ahí lo vemos, en el vernisage, rodeado de sus fans-.

Esta semana asistimos al lanzamiento de “Chile el país de los weones”. Su segunda publicación. Libro audaz, más valiente que “La Pluma Valiente”, donde el autor nos entrega un tema interesante de tratar, en un lenguaje claro, accesible y fluido, lo que da calidad a su trabajo.

Utiliza aquí, un gracioso e inteligente recurso que ya fue usado en su primer libro: hacer que las aves hablen por él. Miren que poético este chico.

En “El flaco Gálvez, un romántico viajero”, es el búho de la Chile quien cuenta las proezas y aventuras de su padre. Imperdible. Un libro muy gracioso, ameno, súper entretenido aún para quienes no comprendemos nada de pelotas … (de fútbol, se entiende).

En éste, su segundo texto, es nuestro cóndor andino que, desde las alturas saca ventaja para poder ver, comparar, criticar y analizar nuestros comportamientos y las contradictorias formas de expresarnos. Este elegante pajarito que adorna el escudo nacional, se permite hacer públicas las palabras más vulgares, las que sólo se dicen en un ámbito de mucha confianza.

Pero para los que somos tremendamente reprimidos y no podemos pronunciarlas, este trabajo nos abre una posibilidad de catarsis y de desagote de afectos que eventualmente alguien nos provoque, y cuando su comportamiento así lo amerite. Podemos por ejemplo, decir: “¿qué te pasa, página 65?”, cuando hemos sido ofendidos. O decir “chino” simplemente, cuando uno quiere descargar la rabia provocada por un tipo desleal y traicionero. (léase en la página 39, segundo párrafo, la expresión china correspondiente). Por lo tanto, su lectura nos deja libres de esas emociones tóxicas, y además con una terapéutica carcajada.

“Chile, el país de los weones”, es una aguda crítica social y un fino análisis de la idiosincrasia del chileno actual. Un texto que saca a la luz un lenguaje que es vulgar, en tanto es usado por el vulgo, para elevarlo al nivel de lo académico, en cuanto lo publica en forma escrita. Ese es, en mi opinión, el valor de este libro.

Lo re recomiendo.