POR EL AMOR DE UNA MUJER

sábado, 25 de julio de 2009

UN ALMUERZO ESPIRITUAL




Estaciono mi “zapatilla policial”, automóvil que algún día lo fue màs, y subastado en un remate policial de patrulleras cansadas, averiadas, y aburridas de subir a sus entrañas a traficantes de drogas y mentiras, ladrones, proxenetas, gamberros, etc., a un costado del Club Naval....
¿por qué a un lado?...
Pues porque los marineros que alguna vez fueron subalternos de mi Presi, o ¿todavía lo son?, que controlan el portalón, miran despectivamente el modelo por lo de "carreteado" supongo, y me sugieren dejarlo en las inmediaciones..no vaya a ser cosa que resucite Merino pienso, y hago caso a la “subliminal diplomacia”, por lo que camino desde la playa, una cuadra para reunirme con los cófrades de la secta literaria de màs lirismo de la historia....
Creo, porque son un pandemonium en buena, sus abrazos, besos, y hasta orgiásticas demostraciones de cariño lo que exudan al interior de los salones, y me hacen recordar estas estrafalarias manifestaciones para el tiempo que corre, y de desinhibido cariño, a esas familias decadentes romanas, pero no en el sentido estricto de la decadencia, si no que en un aspecto no más...ése de las fotografías.... ¡¡cómo posaban por Dios!!, con un Pato Portales audenominado un Salieri, sacado de la biografía de Mozart mismo, y como recién llegado de Salzburgo, y luciendo una mano vendada, lo que me hacía pensar que regresaba recién, de un duelo en la campiña toscana...jajajajajaja, puchas que le puse, pero es que dan para eso mis queridos circulistas, con sus vasos de jugo de berries, piscos souers y demases, entreteniendo los jugos gástricos al aperitivo de este mediodía de viernes también con empanaditas de espinaca, sacadas del comic Popeye.
A propósito, ésas dos Olivias, la Manterola y la Vera, dos entrañables amigas y poetisas, sílfides, gráciles y livianas como una pluma, me preguntan si comentaré en la Pluma Valiente esta cita, y las cito por eso...
Yendo a lo medular, la past presidenta como acuñé, se emociona ante el discurso de Marcos, y le sale un “los quiero” tan sincero, que ya me siento parte de su patrimonio afectivo, una madre, para este hijo desordenado de mechas y de vida, que ahora paga por sus excesos, pero eso es “procesión por dentro”, que este Aniversario y homenaje a Lucía ayuda a expiar.
Vuelvo al Salón, que luce como en las grandes ocasiones, una mesa rebozante, una empatía a toda prueba, y no noto reproches, menos discordancias, entonces la catarsis se apodera del ambiente, y las carnes desparramando sus jugos olorosos para los espirituales y sibaritas poetas, escritores, y esposas y esposos de esta jauría intelectual, les muestran con sus carrillos presentando armas ante las palanganas diestramente dispuestas al mesón...
Al final, un bouquet, un diploma, un vino, un beso, un abrazo, una frase, y un afecto, que son los referentes, no han hecho más que recordarme que vivimos entre dos fuegos, el del hola y el chao, de las despedidas y los arribos, del afecto y desafecto, de las gracias y los olvidos, y este grupo humano se acerca a una de las orillas, felizmente la de la entropía, la de la amistad, la de la belleza por dentro y estética del alma...
Entonces esta junta, reunión, cita, es ni más ni menos que un pretexto para significar, aplicar símbolos, prolongar el martes al infinito, con corbata roja y minuto de silencio para los adelantados entre otros.
En resumen éste que almorzó acá, fue el espíritu.