POR EL AMOR DE UNA MUJER

martes, 29 de junio de 2010

SUBETE A MI ILUSION



Vuelvo a enfrentar el papel en blanco, y renunció a desbarrancarme por la ladera de las emociones, guardabajo con tanta carga, y sentimiento triste, en estas noches en que las tardes se disfrazan de negro, para darnos susto, y hacerse amigas de todo lo que huela a nostalgia.
Las luces sepias de los postes que las administraciones comunales justifican por ahorros, mientras mi pobre país se muere de pena, titilan, agonizan, mientras las señoras apuran el paso en puentes sobre aguas turbias y correntosas, que arrastran consigo lo que no alcanzó a germinar.
Juro que me da rabia ser cómplice de este albedrío, que algunos combaten con alcohol y droga, dejándose llevar por la depre hasta desembocar en caminos artificiales, cuando el atardecer que tiene al mar como música de fondo, es tan hermoso como La Marsellesa.
Asumo que un “que sabes de cordillera” me responderá alguien, “si tú naciste tan lejos”, lo que equivale a un “la procesiòn va por dentro”, me saldrá al camino de mi lúdica salida, pero es lo que se me ocurre en estos días de diez horas.
Y aunque el Mundial nos sacó del letargo, y más de algún gol gritamos, no tenemos la culpa de haber nacido al sur del paralelo no se cuantito, y a los pies de los hielos eternos, sin embargo el corazón palpita, cuando el alma vuela, y los sueños son el combustible necesario para arrancar del hastío del invierno del fin del mundo.
Ven te invito, súbete a mi ilusión.



Publicado por Eduardo Osorio.