POR EL AMOR DE UNA MUJER

jueves, 30 de julio de 2009

De mi diario de vida....Eduardo Osorio.


Se ha apoderado esta mañana del aire una fenomenal alegoría de radios encendidas en el edificio, cuyo departamento ocupo por estos días, mientras remato el cuentecillo que enviaré a un concurso en Santiago, relativo a las obras que se exhiben en el Museo de Bellas Artes, y cuyo plazo de envío expira mañana.
Han tratado por todos los medios, sin proponérselo, de desconcertarme, y no lo han logrado.
Tengo entre ceja y ceja, ventrículo y ventrículo, cerebelo y cisura de Silvio, la idea matriz de la historia, pero las radios siguen sonando.
Una habla de las inminentes elecciones, otra de la música hiphopera, y una tercera acompaña a una muy viejita vecina con sus tangos y boleros.
Así y todo mi historia ya va por los 3000 caracteres, límite de la inspiración y frontera que han delimitado los organizadores, para que tu pongas en tu container imaginativo, esas frases que no obstante el gotario, llegarán a los jurados, mira tú, y no a los lectores definitivos, lo que es una censura, pero bueno ya…
Se trata de un ciclista, que pedalea y pedalea en busca de su destino.
Acaso sea yo mismo en pos del mío, y tú te sientas retratado.
De todas las historias que he escrito, más de alguna te ha pegado en los cachos…
Ojalá te pueda contar luego de que se trata….
Las radios a todo esto no han bajado para nada los decibeles, mejor dicho sus perillas y botones para nada han sido accionados por sus inteligentes operadores.
Mis oídos han escuchado todo y de todo, y así y todo, he querido contarte todo, jajajajajaja.
Hasta la próxima.
Eduardo.