POR EL AMOR DE UNA MUJER

sábado, 20 de junio de 2009

LA NOSTALGIA VIVE EN MI....


Esto de escribir es como una cefalea de aquellas que no se van ni con el más fuerte sedante.
Esta es una de esas crisis trigéminas.
La nostalgia, me brota por los poros, e inunda el ambiente, detonada por la musiquilla ésa de Grano de Arena, de Fidenco.
A la derecha, también en este blog, con el Peter Rock, que no es otro, que Peter Mauzorsky, el austríaco, que con sus dos hermanos, una mujer y un hombre, de repente llegó a Los Cerrillos, por el 59, en un avión Constellation, cuadrimotor a hélice, cuando Corea estaba que hervía, ya se insinuaba Vietnam, y el mundo estaba loco con las canciones de Modugno, y Frank Sinatra.
Frankie, y sus ojos azules color piscina, todavía no se cuidaba, y trasnochaba junto a John Kennedy y Samy Davis…ése era el mundo, que nos acerca estas canciones.
Hoy una amiga me escribe, que la Marilyn me habría dicho ¡¡Good Morning Mr. Edward!!, si es que hubiera sido a la vez amiga mía, y me habría dedicado el Mr. Post Man, por lo de enviador de mails que soy cuando estoy con las pilas prendidas.
También se lo acepto y le devuelvo el cumplido de pura buenamoza que es, con que si hubiera estado para esa época “comestible”, capaz que hubiera sido invitada a la Casa Blanca, por “Johncito”, como le paso décadas después a la Lewinsky, aunque la Marilyn fue más reservadita, y ni siquiera unas memorias publicó.
Sigo escuchando a Fidenco, en esa transmisión de la RAI, que ya ocupaba para los “60 pantallas gigantes, y acá todavía son miradas como arranques de genialidad televisiva.
La nostalgia, amados lectores se insinúa a esta hora del sábado viñamarino con ramaladas de imágenes, que se te disparan por cualquier sentido, lo que nos diferencia de la escala animal, por lo de sentimientos que traen aparejados.
Por ejemplo me parece estar viendo a mi tío materno Arturo zumbándose en su motoneta, Vivaceta abajo allá en Santiago a minutos de inaugurarse el Mundial del 62, rumbo al prostíbulo del “Condesa”, donde se jugaban finales mundiales todos los días y mi tío era el “pichichi”. Hoy, a 47 años, con su peineta de pescadito “Pantera”, asomándose por el Pecos Hill, le hallo toda la razón, porque entre las piernas de Honorino Landa, o de la más linda asilada, y de la cual terminó enamorado, no había donde perderse al elegir.
El papá de la Bolloco, que terminó siendo viñamarino en Arica, se sobaba las manos al mismo tiempo, porque su padre a la vez, había abarrotado las tiendas con los televisores de su apellido, agotados también, y el hijo se lo pasaba “cachilupy” en la piscina del Azapa, donde lo pilló el Gato Gamboa, periodista del Clarín “calatito” con unas de ésas que le gustaban a mi tío, algo más decentitas, pero bataclanas al fin y al cabo.
Lo que son las cosas, a la Cecilia la pillaron igual que al papi, pero en Miami, décadas después, mi tío acaba de fallecer de un Parkinson atroz, y a Honorino Landa lo fueron a enterrar como 4 amigos después de haber sido el más cotizado jugador por las lolas del 62..
La nostalgia pos” amigo, que quiere que le haga si estas cancioncitas de la nueva ola, son pa” eso poh.
Ahora, si hay un cigarrillo y un vasito de que se yo….. Chau.


MARCOS...Y SU PREOCUPACION LATENTE...HOY NOS ALCANZA ESTE TEXTO ACERCA DE LA LECTURA POR PARTE DE LOS ESCRITORES..DE PAVESE...,


Estimados todos :

Junto con aprender palabras, estoy preocupado de aprender a leer. Creo que en el kindergarten aprendí a leer como indica la acepción 1 de la RAE, pero creo que me falta mucho para saber leer como indica la acepción 3 a pesar de todos los esfuerzos de mis profesores:


leer.

(Del lat. legĕre).

1. tr. Pasar la vista por lo escrito o impreso comprendiendo la significación de los caracteres empleados.

3. tr. Entender o interpretar un texto de determinado modo.


“Un buen escritor ama las palabras y sabe leer”, es mi lema de hoy en día. Por eso me detuve en el artículo “Leer” de Cesare Pavese, y los invito a leerlo.

De la lectura del artículo de Pavese hice los siguientes propósitos:

Respetar la palabra escrita, poniendo todas mis fuerzas en interpretar a su autor.
Comprender a los demás, actitud caritativa con los demás, que es en fin de cuentas la única manera de comprendernos y amarnos a nosotros mismos.
Leer con humildad para aceptar lo otro, lo diferente.
Nunca creer que acabé los esfuerzos y ya conozco la belleza y la verdad de lo que leo.
Adquirir el bagaje técnico para aproximarme a una novela, una poesía o un ensayo u otro género literario.
No olvidar qué ante una página escrita que soy hombre y que un hombre me habla.
¿Cuáles son sus propósitos o comentarios del artículo? Les agradezco ponerlos en comentarios.
Indudable que todo lo anterior es para disfrutar en mejor forma de la literatura.


LEER
Por Cesare Pavese

Artículo publicado en "L´Unità" de Turín, 20 Junio 1945.

Es verdad que no hay que cansarse de pedir a los escritores claridad, sencillez y solicitud ante las masas que no escriben, pero a veces también llegamos a dudar de que todos sepan leer. Leer es muy fácil, dicen aquellos que en virtud de su largo trato con los libros han perdido el respeto a la palabra escrita; pero aquel que más que con libros trata con hombres y cosas, y sale cada mañana para regresar por la noche encallecido, cuando se le presenta la ocasión de enfrascarse en una página advierte que tiene ante sí algo ingrato y raro, algo evanescente y al mismo tiempo duro que lo agrede y lo desalienta. Huelga decir que este último está más cerca que el otro de la vedadera lectura.

Con los libros ocurre lo mismo que con las personas, han de tomarse en serio. Pero precisamente por ello debemos guardarnos bien de convertirlos en ídolos, es decir, en instrumentos de nuestra pereza. En este aspecto, el hombre que no vive entre libros y acude a ellos con esfuerzo posee un capital de humildad, de inconsciente fuerza - la única que vale – que le permite acercarse a las palabras con el respeto y la ansiedad con que nos acercamos a una persona predilecta. Y esto vale mucho más que la "cultura"; más aún: es la verdadera cultura. Necesidad de comprender a los demás, actitud caritativa con los demás, que es en fin de cuentas la única manera de comprendernos y amarnos a nosotros mismos; la cultura empieza por aquí. Los libros no son los hombres , son los medios para llgar a ellos; quien ama los libros pero no ama a los hombres es un fatuo o un réprobo.
Hay un obstáculo para la lectura (es el mismo en todas las esferas de la vida): la excesiva confianza en uno mismo, la falta de humildad, la negativa a aceptar lo otro, lo diferente. Siempre nos hiere el inaudito descubrimiento de que otro ha mirado, no precisamente más lejos que nosotros, sino de manera diferente. Estamos hechos de mezquina costumbre. Nos gusta asombrarnos, como los niños, pero no demasiado. Cuando el estupor nos exige salir verdaderamente de nosotros mismos, perder el equilibrio para recobrar otro acaso más precario, entonces fruncimos el ceño y pataleamos, volvemos en verdad a ser niños. Pero de éstos nos falta la virginidad, que es la inocencia. Nosotros tenemos ideas, gustos, hemos leído precisamente unos cuantos libros: poseemos algo, y como todos los propietarios tememos por ese algo.
Todos, lamentablemente, hemos leído. Y así como a menudo los más pequeños burgueses se aferran al falso decoro y a los prejuicios de clase mucho más que los desenvueltos aventureros del gran mundo, así el ignorante que ha leído algo se aferra ciegamente al gusto, a la trivialidad, al prejuicio que allí ha sorbido, y a partir de entonces, si le sucede volver a leer, todo lo juzga y condena según aquel rasero. Es muy fácil aceptar la perspectiva más trivial e instalarse en ella, al calor del consenso de la mayoría. Es muy cómodo suponer que se han acabado los esfuerzos y ya conocemos la belleza, la verdad y la justicia. Es cómodo y cobarde. Es como creer que regalando de vez en cuando una moneda al mendigo quedamos desligados de nuestro eterno y temible deber de caridad. Nada haremos aquí sin respeto y humildad: la humildad que abre brecha en nuestra sustancia de orgullo de orgullo y pereza y el respeto que nos persuade de la dignidad del otro, de lo diferente, del prójimo en cuanto tal.
Hablamos de libros. Es sabido que cuanto más franca y llana es la voz de un libro, tanto más dolor y ansiedad le ha costado a su autor. Por lo tanto es inútil confiar en sondearlos sin sufrir las consecuencias. Leer no es fácil. Y quien, como suele decirse, ha estudiado, quien se mueve ágilménte en el mundo del conocimiento y del gusto, quien tiene tiempo y medios para leer, demasiado a menudo carece de alma, está muerto para la caridad, está acorazado y endurecido por el egoísmo de casta. En cambio, aquel que anhela tener acceso al mundo de la fantasía y del pensamiento casi siempre carece de los primeros elementos: le falta el alfabeto de todo lenguaje, no le sobra ni tiempo ni fuerzas, o peor aún, ha sido descarriado por una falta de preparación, por la propaganda que bloquea y desfigura los valores. Quienquiera que se enfrente con un tratado de física, un texto de contabilidad o la gramática de un idioma sabe que existe una preparación específica, una mínima cantidad de nociones indispensables para sacar provecho de la nueva lectura. ¿Cuántos se dan cuenta de que se necesita un análogo bagaje técnico para aproximarse a una novela, una poesía o un ensayo, y que estas nociones técnicas son inconmesurablemente más complejas, sutiles y huidizas que aquellas otras, y que no están en ningún manual ni en ninguna biblia? Todos piensan que un relato o una poesía, por el hecho de no dirigirse al físico, al contable o al especialista, sino al hombre que hay en todos ellos, es naturalmente asequible para la ordinaria atención humana. Pero, por otra parte, eso de que poetas, narradores y filósofos se dirijan al hombre así, en absoluto, al hombre abstracto, al Hombre , es una tonta fantasía. Ellos se dirigen al individuo de una determinada época y situación, al individuo que tiene determinados problemas y que, a su manera, trata de resolverlos, incluso y sobre todo cuando lee novelas. Por consiguiente, para comprender las novelas será necesario situarse en la época y proponerse los problemas; lo cual en este campo, implica en primer liugar aprender los lenguajes, la necesidad de los lenguajes. Convencerse de que si un escritor elige ciertas palabras, ciertas entonaciones y actitudes insólitas, tiene por lo menos el derecho a no ser inmediatamente condenado en nombre de una lectura precedente donde actitudes y palabras estaban más ordenadas, eran más fáciles o tan sólo diferentes. Este asunto del lenguaje es el más llamativo, pero no el más peliagudo. Es cierto que todo es lenguaje en un escritor que lo sea de veras, pero basta justamente haber comprendido esto para encontrarse en un mundo de lo más vivo y complejo, donde el problema de una palabra, de una inflexión o una cadencia se vuelve enseguida un problema de modo de vida, de moralidad. O de política, sin más.
Y que con esto sea suficiente. El arte, como suele decirse, es una cosa seria. Es por lo menos tan seria como la moral o la política. Pero si tenemos el deber de aproximarnos a estas últimas con esa modestia que es búsqueda de claridad – caridad con los demás y dureza con nostros mismos -, no se ve con qué derecho ante una página escrita olvidamos que somos hombres y que un hombre nos habla

María Teresa Barros nos transcribe esta importante invitación...



INVITACION

Tenemos el agrado de invitarles al lanzamiento de la revista estudiantil "Charquikan de Letras" de la carrera Pedagogía en lengua castellana y comunicación con mención en teatro de la Universidad del Mar.
Èste se llevará a efecto el día martes 23 del presente en la sede Reñaca Viña del Mar, de Nuestra Universidad.

Quienes hemos elaborado este espacio de reflexión pedagógica, literatura, denuncia y diversión, hemos considerado que el primer número sea dedicado a la memoria de nuestro querido profesor Osvaldo Ulloa. por su entrega, dedicación y vasta trayectoria como poeta y profesor.
Adjuntamos el programa y esperamos su asistencia

Cordialmente les saluda a ustedes
Nelly Barbagelata a nombre de
charquikan de Letras

María Teresa Barros nos agrega, que quienes deseen llevar poemas o escritos en homenaje a Osvaldo..."avanti" pues....

¿VIERON?..LA MARIA EUGENIA, RESPONDIO ALTIRO..BELLA ELLA, Y SU POEMA, ¡¡ MAS TODAVIA!!....


ACUARELA.

Cuando cesa la lluvia
los cerros,el valle
de visten de esmeraldas.
Arriba el cielo
se rompe, como un cántaro
la luz se filtra,iluminando el paisaje.

Maria Eugenia Berrios Carrasola.