POR EL AMOR DE UNA MUJER

sábado, 18 de julio de 2009

Nos conmueve este sábado...es Jorge Roberto Flores, el argentinísimo......


HIJA, … ESCHUCHAME POR FAVOR¡¡¡


Yo sé que en todos estos años, jamás te pregunté y menos me preocupé de saber si eras feliz, si tenías alguna pena, o te aquejaba un problema, tan sólo me dediqué, a ser proveedor, de alimentos, cosas banales, de paseos y educación, pero nunca te proveí lo que mendigaba tu corazón y me pedía a gritos tu alma, que era una pizca de amor.
Una mirada, una caricia y en el susurro un te quiero ¡¡ y buscando afecto un anhelo, tan necesario para vivir, como estrecharte en mi pecho en un abrazo sin fin, para que te sintieras segura, que nadie te haría daño, y así pasaron los años, y la vida se me fue, y tu gran carencia afectiva, viene y te juega al revés, y el vacio que hay en tu pecho, hoy llenarlo, no podés.
Mi soberbia me cegó, y fui incapaz de expresar, una palabra cariñosa, o hacerte un guiño al pasar, mirándote con recelo y sin fuerzas a reaccionar, con mirada siempre adusta, expresando autoridad, ni manifestar cariño algúno ya que nunca fui capaz.
Y cuando llegaba en las noches, y nos sentábamos a comer, Mi mirada fija en el plato, sin levantar una ceja, nadie expresaba nada, Y menos alguna queja, esas eran las reglas, que en nuestra casa imperaban y vos sintiéndote sola, porque mis
caricias no llegaban, por eso le agradezco a Dios, que estuvo siempre contigo, y que no equivocaste el camino, que te tocó recorrer, siendo una buena persona, y hoy ya toda una …. mujer.
Tantas cosas quiero decirte y tanto amor manifestar, que juro siento impotencia al no poderlo expresar, que me siento tal cual hoja, con la que el viento juguetea,
o como el volantín de aquel niño, que se afana por llegar, a las manos de su dueño que lo quiere ya a abrazar, pero el viento no lo deja, ni siquiera respirar.
Chiquitita de mi vida, convertida ya en mujer, perdóname lo suplico, ésta.. mi forma de ser, por haberte dañado tanto, te lo juro, sin querer, y grito ahora con fuerzas, te amo hija mía, sin guardar ningún recelo, y como pájaro en vuelo, te lo vuelvo a repetir, “Te amo hija de mi vida” pero ya no lo vas a escuchar, porque
…cuando fue medianoche, me vino Dios a buscar.
Autor : Jorge R. Flores G.

No hay comentarios: