He pensado en el chiste como género literario. Lo defino como un cuento corto que hace reir. Si es bueno causará hilaridad, si es malo causará una pulla. El chiste bueno tiene contenido que hace reflexionar. Los chistes casi siempre se ajustan a la estructura aristotélica de: Presentación, nudo y desenlace, con su respectivo conflicto, clima y sorpresa al final. Tiene personajes, tiene acción, diálogo, tema, trama etc.
Normalmente decimos: - No soy bueno para contar chistes, no tengo gracia. -Pero nunca tratamos de escribir uno de nuestra creatividad. Igual que aprendemos a escribir leyendo buenos ejemplos, también podemos aprender a escribir chistes leyendo buenos y malos chistes.
Para reirnos en una reunión de socios podríamos hacer una sesión de chistes propios o ajenos para comentarlos literariamente, dejo lanzada la idea con este chiste ajeno:
"Estaba Adán en el paraíso solo y aburrido, busca a Dios y le pide una compañera.
Dios le responde que no hay problema pero que le va costar un ojo, una pierna, un pulmón, las dos manos y un testículo.
Adán se queda pensativo y le contesta:
-Y por una costilla, ¿Qué me darías?"
Hasta a quí el chiste
Reflexión: imagínense que le habría dado, si por una costilla le dio a Eva.
Atentos saludos...Marcos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario